1. Mal aliento:
Es inevitable en ritmos latinos acercarnos a la pareja para poder coordinar los pasos y bailar más a gusto, pero muchas veces no nos damos cuenta de que por estar bebiendo o comiendo durante todo el día podemos generar olores desagradables que al momento de interactuar no son muy agradables, en este punto hago la salvedad de que a nosotras también nos puede pasar pero…. Tengamos cuidado mutuamente!
2. Cero contacto visual:
Cuando nuestro parejo está concentrado en otra cosa diferente a seguirnos el paso y mucho menos nos mira a los ojos, no sabemos cómo hace para bailar con nosotras y no mirarnos, mucha concentración tendrá :(.
3. Que nos pise:
La cordialidad juega una parte importante aquí, es normal que nos pisemos mutuamente si no tenemos el swing del ritmo que estamos tratando de bailar, es normal que nuestras rodillas se encuentren torpemente cuando estamos aprendiendo y hasta es normal que las risas nos acompañen mientras intentamos conocer el ritmo de la pareja de baile. Recuerda siempre ser cortés y pedir disculpas cuando pase esto para evitar malos entendidos y seguir bailando!
4. Exceso de creatividad:
En una buena rumba no puede faltar el hombre que tenga exceso de creatividad y quiera imitar acrobacias que ha visto en Internet o Televisión, incluso cuando quiere demostrar que sabe muchos pasos difíciles y cambia cada 5 segundos a uno nuevo, mientras nosotras intentamos acoplarnos a un paso y ya llega otro. Paciencia, tenemos toda la noche!
5. Que agarre donde no debería agarrar:
Esto es un tema sensible, no normalicemos “porque somos latinos y apasionados” manos inapropiadas sobre nuestro cuerpo, algunos ritmos consideran nuestros cuerpos más juntos pero siempre hay un límite de distancia que tú debes poner hasta donde te sientas tranquila y confiada, siempre puedes discutir el tema con madurez para que no tengas ningún impase en disfrutar toda la noche de una buena fiesta latina.
6. El hablador + coqueto:
Todos hemos aprovechado un buen baile para hablar e incluso coquetear a la pareja cuando nos llama la atención, pero justo como el punto anterior, todo debe tener un límite que los dos pueden cruzar y no sentirse tranquilos como se deberían sentir.
Es chévere también un hombre que haga una buena conversación y te entretenga mientras das giros y bailas al ritmo de la música pero a veces es imposible tener una buena conversación e incluso en incómodo seguir el ritmo o la fluidez de la conversación mientras se baila o hay música a un volumen muy alto. Para evitar esto, pide una cerveza y disfruta de la conversación en la mesa, luego vamos a bailar!
7. El profe que cuenta los pasos:
Yyyyy 1, 2, 3 … Les suena familiar? Cuando bailamos con músicos o bailarines muy experimentados, suelen llevar el paso e incluso tratar de guiarnos contando los tiempos de la música, esto no es muy atractivo para quienes no entienden qué está haciendo y simplemente el ambiente se torna aburrido y monótono. Contemos en la cabeza si es necesario pero lo importante es tener un buen oído para bailaaaar.
8. Pendiente de factores externos como el celular, los amigos. etc
Los hombres multitasking son muy agradecidos en el baile, pero como en el punto 2 es muy triste cuando estamos bailando con alguien que está más pendiente de su celular, enviando una nota de voz, chats por WhatsApp, o hablando con amigos cerca.
9. El que usa tu espalda o brazos como instrumento musical:
Cuantos quisiéramos saber tocar el pedazo de trompeta que tanto nos gusta o el solo de piano que nos hace azotar baldosa en la pista. Pero el cuerpo de la pareja de baile no es el instrumento así que mejor, disfrutar con los pies y la caderas la música y a disfrutar que la noche es larga!
10. El “hasta abajo”:
Hasta abajo mami hasta abajo! Eh! eh! eh!..... mmmmm no. Chévere para reírnos un rato, romper el hielo, pero no hagamos de la noche de baile una competencia de rodillas porque seguramente terminarán perdiendo! JA!
¿Que no les gusta de su parejo/a a la hora de bailar? ¡Queremos saber!
Alejandra Patiño
Para TuBaile.com
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